¿De verdad comer despacio lleva a adelgazar?
Pues eso fue lo que le ocurrió a Horace Feltcher, un estadounidense que a principios del siglo XX inició un movimiento persuadiendo a miles de personas para que masticasen bien su comida.
Ir más despacio con la comida es uno de los principios que ayudan a cultivar la atención plena mientras comemos.
Los beneficios son incontestables.
En el artículo de hoy hablaré de estos beneficios y del disfrute que supone esta forma de comer.
1. Beneficios:
La digestión empieza con la saliva
La saliva contiene unas enzimas que, al masticar, se mezclan con la comida. Esas enzimas inician la digestión de los carbohidratos y las grasas. Antes de que la comida llegue al estómago, si nos tomamos el tiempo suficiente, la saliva ya ha empezado a descomponerla y a extraer algunos nutrientes.
Además, el masticar bien hace que el cuerpo pueda absorber con más facilidad los nutrientes; de este modo podemos obtener más nutrición a partir de menos comida.
Obtener más satisfacción de la comida
Parte de la satisfacción que obtenemos al comer proviene de la masticación. La boca disfruta de las texturas diferentes ( o rechaza determinadas texturas).
Además, masticar bien hace que aparezcan los sabores secundarios. Estás masticando, saboreando, te mantienes masticando un poco más, y… el sabor se modifica, tienen nuevos matices.
Las personas que comen despacio y mastican lo suficiente, suelen sentir más satisfacción tras la comida, suelen sentir que la han disfrutado más y sentir menos hambre. Esto último, comiendo incluso menos cantidad que las personas que comen más rápido.
Señal de plenitud
Como sabrás, pues es un conocimiento muy extendido, multitud de estudios indican que la señal de que el estómago está lleno, tarda unos 20 minutos en llegar al cerebro.
Muchas personas se dan cuenta de que están demasiado llenas cuando ya es demasiado tarde.
Llenarse a un nivel adecuado es una de las habilidades que contribuyen a cuidar de nuestro peso y salud.
¿Y cuál es ese nivel apropiado? Pues en esto no hay normas, depende de las personas, los momentos, las necesidades… Pero una cifra orientativa es llenar el estómago en 3/4 partes.
Favorecer la atención plena
Puedes cultivar la atención plena incluso comiendo rápido.
Puedes comer rápido y hacerlo con atención plena, y comer lentamente y de manera desconectada y distraída.
Aún así, el comer despacio contribuye al principio a aplicar la atención plena.
Produce relajación
Es un efecto de comer lentamente que se produce en la mayoría de las personas. Si te tomas tu tiempo, te centras en lo que estás haciendo, masticas lo suficiente cada bocado, haces pequeñas pausas a lo largo de la comida… seguramente termines de comer con una sensación de calma y satisfacción.
2. Cómo comer más despacio
¿Cuándo comer despacio?
Dependerá de los días y los momentos.
Habrá ocasiones en las que simplemente será necesario comer más rápido, tampoco conviene obsesionarse ni pensar que lo estás haciendo mal por comer rápido.
Cuando decidas comer más despacio, puedes utilizar los siguientes recursos:
- Posar los cubiertos en cada bocado.
Esto es de gran ayuda para comer más lentamente. Puedes entretenerte mirando, oliendo y saboreando la comida, y cuando el bocado haya sido masticado lo suficiente y tragado, entonces nuevamente coges los cubiertos. - Hacer pausas.
Detente varias veces en cada comida.
Cuando tengas el plato delante con la comida preparada, no empieces a comer inmediatamete. Tómate unos instantes para contemplar la comida, disfrutar de tener esta posibilidad de satisfacer tu necesidad de alimento, agradecer interiormente a cada persona que ha participado en que tengas este alimento en este momento.
A lo largo de la comida haz varias pausas, siente tu estómago, observa cómo te vas llenando, nutriéndote, observa la comida que aún hay en el plato, disfruta. - Mastica.
Respecto a cuánto masticar cada bocado, Fletcher recomendaba masticar entre 30-100 veces cada bocado. Aquí lo mejor es experimentar; lo ideal es masticar lo suficiente como para extraer todo el sabor y facilitar el trabajo del estómago.
Comer de esta manera requiere tiempo. Observa tu reacción interna ante esto.
Para hacerlo más fácil puedes empezar masticando más solo una parte de una comida al día. O solo los dos primeros bocados de cada comida. Al irte acostumbrando, verás cómo empezarás a masticar todas las comidas más a conciencia.
Por cierto, y volviendo al principio del artículo: Horace Fletcher consiguió adelgazar 20 kilos y mejorar su salud gracias a masticar lo suficiente la comida.