Uno de los propósitos más recurrentes es el de perder peso; y aunque tras unas cuantas semanas nos olvidamos de dichas metas, el bajar de peso sigue estando diariamente en nuestro pensamiento pero, lamentablemente, pocas son las acciones que realizamos para lograrlo.
Cada inicio de mes, o incluso cada inicio de semana escuchamos un “ahora si empiezo la dieta” y bajo esa idea nos ceñimos a dietas tan estrictas que pronto las abandonamos o gastamos en una membresía de gimnasio que terminamos no usando. Ante esto, hay que recordar que lograr una saludable y consistente pérdida de peso puede realizarse realizando pequeños cambios en nuestro estilo de vida.
Las dietas de moda usualmente prometen un camino rápido para bajar de talla, pero tienen poco éxito a largo plazo. A causa de ello, los conocidos rebotes aparecen tan rápido como se abandona la dieta y con muchos kilos de más. Para no caer en ello, te recomendamos estos hábitos saludables para ayudarte a perder peso.
Ten cuidado con las porciones
Desafortunadamente, la alimentación a la que estamos acostumbrados nos orilla a comer dos o tres veces la porción recomendada de los alimentos. En México además, estamos acostumbrados a “dejar limpio el plato” incluso cuando ya estamos satisfechos. No ayudan tampoco aquellos restaurantes o locales de comida que ofrecen raciones muy grandes que nos llevan a pensar que esa es la cantidad de comida que necesitamos.
Por ello es muy importante que tengamos un especial cuidado en el tamaño de las porciones, ayudándonos de la información que encontramos en las etiquetas nutricionales de los productos empacados, y tener un juego de tazas medidoras en la cocina nos ayudara en el propósito.
1.Hidrátate todo el día
Todo el día, todos los días. Nuestro organismo es un maquina increíble, pero como tal también está propensa a fallar y darnos señales equivocadas, sobre todo cuando no la alimentamos con los nutrientes que necesita. Una de esas señales erradas radica en que podemos estar teniendo un ataque de hambre cuando en realidad lo que tenemos es sed. Desde luego, la sensación de hambre nos llevar a comer bocadillos y snacks, cuando puede que en realidad nuestro cuerpo lo que necesita es hidratarse.
Para ayudarnos a tomar más líquidos, podemos no solo añadirle algún sabor frutal o cítrico al agua, sino también hacernos del hábito de tomar agua después de realizar ciertas actividades en nuestro día a día, como por ejemplo: un vaso de agua al levantarse, un vaso después de ir al baño o incluso usar una app que nos recuerde y registre nuestras tomas de agua.
2.No hagas otras cosas mientras comes
En una actualidad donde la conectividad es parte importante de nuestro día, durante nuestras horas de comida (llámense desayuno, comida, cena o aperitivos) nos vemos rodeados de aparatos electrónicos, principalmente smartphones, tablets y televisores.
Enfocarse en nuestra comida cuando los estamos usando es difícil, y lamentablemente para nuestra salud, el comer mientras estamos distraídos nos orilla a comer más de lo necesitamos. Por eso, te recomendamos dejar a un lado estos aparatos y darte el gusto de disfrutar tu comida, poniendo atención en su sabor, su textura, su aroma e incluso reflexionando sobre su origen o el proceso mismo de su preparación.
3.Haz de tu desayuno una prioridad
Quizá hemos olvidado la etimología de la palabra desayuno, por lo que a veces hay que recordarnos que es el momento en el cual terminamos el ayuno al que hemos sometido a nuestro organismo durante la noche y desde la cena (un ayuno de entre 8 y 10 horas). De allí la importancia de asegurarnos un desayuno cargado de proteína y fibra no solo para saciarnos al momento, sino para mantener ese estado durante el día.
Este hábito no solo afecta nuestras mañanas, pues el permanecer satisfecho nos ayudará a hacer mejores elecciones de alimentos durante el día. Lo mejor, es evitar alimentos cargados de carbohidratos procesados como los bagels, los cereales azucarados y la repostería. Lo mejor, optar por unos huevos al gusto con un pan tostado, yogur natural con una taza de nuestra fruta favorita, o un omelet con vegetales.
4.Duerme suficientes horas cada noche
Sabemos que actualmente mantenerse en un horario de sueño específico puede parecer imposible. Sin embargo, es importante saber que el tener suficientes horas de sueño y descanso es una de las formas más fáciles de ayudarnos en nuestra pérdida de peso. Esto es debido a que el sueño mantiene a las hormonas ligadas con el apetito (ghrelina y leptina) bajo control.
De allí que sin la cantidad adecuada de sueño, estas hormonas pierdan su equilibro ocasionando un incremento de apetito. Bien sabemos, que las horas de sueño necesarias de cada individuo varían, pero oscilan entre 7 y 9 horas por noche.