¿Comer en navidad de forma flexible?
Hace unos días publicaba en mi instagram la siguiente imagen…
La primera de ellas o a la que he llamado NAVIDADES OBSESIVAS, se caracteriza por vivir este periodo festivo como si de una cárcel se tratara. “No puedo comerme ese polvorón”, “Si me tomo ese mazapán tendré que salir a correr”, “No voy a ir a la cena de empresa para no comer mal” etc…Si realmente te encuentras aquí, mi mayor consejo es que te des la oportunidad de consultar tu situación con un psicólogo.
La segunda opción sería el lado opuesto a la anterior, y es a la que he denominado NAVIDADES DESCUIDADAS. Estas se caracterizan porque te da igual comer mal o en exceso, no hacer ejercicio, o estar todo el día comiendo. Tus pensamientos se centran en “Ya me pondré en enero…”, “La vida son dos días…”, “Las navidades están para disfrutarlas…” ¿te suenan?
Quienes vivís las navidades bajo estas creencias, podéis hacerlo por diferentes motivos..
- No te planteas disfrutarlas de otra forma porque piensas que es la única forma de pasártelo bien.
- Aunque sabes que pasar las navidades con otras elecciones te ayudaría a sentirte mejor, no sabes cómo hacerlo.
Teniendo en cuenta que la sociedad nos dirige a pensar que la navidad tiene que ser sinónimo de excesos, que para disfrutar de las navidades hay que comer y beber hasta reventar, y que durante estas fechas es de extremistas pensar en cuidarse, que no te extrañe que tú estés metido en este saco. De hecho, si no lo estabas, muchas marcas (quiero pensar que de manera no intencionada), te animarán a hacerlo, descuidarte y pensar que comer mal y sufrir las consecuencias de los excesos es algo normal.
¿Tienen los excesos navideños solo consecuencias sobre la estética?
Entiende por exceso navideño, ese descuido absoluto que empieza incluso semanas antes del 24 de diciembre, y que no terminará hasta el 7 de enero. También, como el abandono de aquellos hábitos que te ayudan a cuidar tu salud. No entiendas ese exceso como ese trozo de roscón que tomas en reyes o la copa de cava con la que brindarás en la cena de nochevieja. Un alimento o elección puntual no determina tu peso ni tu salud.
Descuidarse por completo y practicar unos hábitos no saludables durante varias semanas no solo tiene consecuencias estéticas. puede que estas, puedas borrarlas de nuevo tras un periodo de restricción posterior (no recomendable). Sin embargo, nadie habla de las consecuencias psicológicas (ansiedad, depresión, comer emocional…) y clínicas (hipertensión arterial, enfermedad cardiovascular, gota, hígado graso…) que pueden dar esos excesos cuando su periodicidad y frecuencia es alta.
Por ello, me parece irresponsable que muchos se presten a normalizar ese descuido, lo traten como normal e incluso lo promocionen. Estas semanas las redes sociales están plagadas de esos ejemplos como has podido ver en las imágenes de arriba.
Sin embargo, entiendo que si estás leyendo este post es porque hay algo en tu interior que te dice que quieres nutrir tu cambio.
¿y si empiezas estas navidades? Sí, has leído bien. Para nutrir tu cambio y empezar a cuidarte no necesitas ponerte a dieta. De hecho, te recomiendo encarecidamente que evites hacerlo. La realidad es que para empezar a cuidarte y sentirte bien, lo que necesitas es suplementarte dosis de hábitos saludables y para ello puedes empezar practicando unas NAVIDADES FLEXIBLES
A continuación, te dejo 5 ideas para ayudarte…
- Mantén hábitos que sueles practicar el resto de días del año y te gustan, ¿por qué desayunar un polvorón si te encantan las tostadas con aguacate?
- Cocina pensando en calidad y no en cantidad, ¿acaso alguna vez tuviste que echar mano del “por si se queda con hambre…”
- Compra a granel aquellos productos típicos de navidad que no son saludables, ¿qué tal si compras una pequeña cantidad para cada una de las comidas festivas y evitas las grandes cajas?
- Haz otros planes que no impliquen estar alrededor de una mesa, ¿qué tal un paseo por la montaña
- Cocina también recetas ricas y saludables, ¿por qué no pueden convivir con otras tradicionales que puedan ser menos saludables.
Y sobre todo recuerda que comer en navidad de forma flexible nada tiene que ver ni con prohibirte alimentos 😉
Pero sobre todo, recuerda que estas navidades lo más importante eres tú, respeta tus decisiones, tus apetencias y escucha tu voz interior. Ni ninguna tradición gastronómica, ni tampoco ninguna persona de tu entorno, debería obligarte a comer lo que se supone que es mejor en ese momento, y que sin embargo a ti te gustaría comer otra cosa.
Si además dentro de tus propósitos de año nuevo se encuentra el de aprender a comer sano para siempre y sin hacer dieta, entonces ya puedes inscribirte a la nueva edición del curso APRENDE A COMER SANO que comenzaremos en enero.
Fuente: https://www.nutriendomicambio.com/5-ideas-disfrutar-las-comidas-de-navidad-flexibilidad/